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Viejo

 Quien diga que soy ateo 
 que no creo en lo perfecto 
 que yo siempre en todo veo 
 algún mínimo defecto 
 está muy equivocado. 

 Porque yo no creo en dios 
 pero soy el portavoz 
 de un ser humano criado 
 en la calle, en la pobreza, 
 en pos de corazón sano, 
 poca comida en la mesa, otra cabeza 
 y los abuelos de Lugano. 

 En su escala de valores 
 él pone siempre primero 
 sobre todo la importancia 
 de un corazón entero. 
 Bien parado o en la lona 
 hay que ser buena persona, 
 dice aquel que a mí me guía 
 noche a noche y dia a dia. 


 Noche a noche y día a día. 

 Quien diga que soy ateo 
 está muy equivocado. 
 Como ya les he contado 
 hay alguien en quien yo creo, 
 suerte de mitología humana 
 se hace presente ante a mí. 
 Y en eso, así como así, 
 embellece mis mañanas. 

 Gracias al que nació en un conventillo 
 Al que creció en un potrero 
 Y si creen que exagero 
 Conózcanlo, pero antes sáquense el sombrero. 

 En su escala de valores 
 él pone siempre primero 
 sobre todo la importancia 
 de un corazón entero. 
 Bien parado o en la lona 
 hay que ser buena persona, 
 dice aquel que a mí me guía 
 noche a noche y dia a dia. 

 A él la vida le dio todo 
 y él le devolvió el doble, 
 de movida ofrece el codo 
 y un corazón puro y noble. 

 Lo juro por mi pellejo: 
 para mí dios es mi viejo. 
 Para mí dios es mi viejo. 

 Letra: Juan Fernández 

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