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Osiris

 Pasan las horas rozando la locura 
 preso de mi poesía. 
 Mucho altibajo, poca llanura, 
 soy ladrón y policía. 

 Caen las gotas sin previo aviso 
 viniendo del más allá 
 de un inconciente ya inmanejable 
 que no me deja vivir en paz. 

 De a poco oxidan esta armadura 
 difícil de abandonar, 
 tengo una cita conmigo 
 que no me animo a afrontar. 

 Estoy tan lejos de mí 
 que no alcanzo a ver mi esencia. 
 Pobre de vos, hoja en llamas, 
 te descargo mi impaciencia. 

 En el juicio de los muertos frente a Osiris 
 mi corazón rompería la balanza, 
 y sin embargo no consigo darme cuenta 
 qué fantasma dará a luz mi desconfianza. 

 Pero prometo, a más nadie que a mí mismo, 
 triunfar de nuevo en este juego apasionado, 
 y el día que ya no le tema a los abismos 
 agradecer a quienes tuve siempre al lado. 

 No quiero cantar victoria 
 por describir lo que siento. 
 En mi estado, tras la gloria, 
 viene un terrible momento. 

 Y a vos, canción de ira y esperanza, 
 prometo no abandonarte 
 yo también tengo un nudo en la panza 
 por no poder liberarte. 

 Pero al menos por ahora 
 tu lugar es un cajón 
 porque es falta de respeto 
 cantarte sin emoción. 

 Y este intruso que hay en mí 
 no te merece cantar, 
 te merece alguien más grande 
 capaz de inmortalizarte. 

 En el juicio de los muertos frente a Osiris... 

 Letra: Juan Fernández 

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