Enano
No se quema con basura,
siempre algo hay en su galera,
vive loco en su cordura
y siente más que cualquiera.
Su droga es vivir a pleno,
se pica con humildad,
fuma consejos ajenos
y aspira sinceridad.
La vida lo educó a los bastonazos
y a veces la muerte también,
tuvo como profesor a un diablo bien pirata que
le enseñó que la vida no siempre es ganar.
El lo aprendió, lo masticó y por fin
supo llorar...
Y un bobo muerde el anzuelo,
ese que te hace olvidar
con un dolor por consuelo
y cree que muerde caviar.
Pero este enano demente
sabe que la papa está
en no preguntar por el morfi
sino en comer y disfrutar.
La vida lo educó a los bastonazos
y a veces la muerte también,
tuvo como profesor a su ángel de la guarda que
le enseñó que un fracaso no siempre es perder.
El lo aprendió, lo masticó y por fin
supo reír...
Y hoy el diablo y aquel ángel
ven al pequeño saltamontes
romper paredes con el bocho una vez más.
Van a brindar, por lo que fue su mayor creación de integridad.
Letra: Juan Fernández